¿Cuál es la esencia de Renacer?


Por Enrique Conde

   Al interrogar sobre la Esencia de Renacer, como grupo de padres que han perdido hijos, inmediatamente, surge la expresión de Víctor Frankl “El hombre que se levanta por encima de su dolor para ayudar a un hermano que sufre, trasciende como ser humano”

    Lo cual trae otra interrogante: ¿cómo es posible que un padre que ha perdido un hijo, pueda, por encima de su propio dolor, ayudar a quien sufra por idéntica causa?

    Aquí aparece la primera característica  de la esencia de Renacer, la ayuda muta entre padres, quienes sufren por la misma causa, pero no quieren seguir viviendo de la manera en que lo están haciendo.

     En primer término, quienes  se acercan, sienten que no están solos, que todos somos iguales, todos llegamos al grupo con la misma desorientación en que se encuentran ellos, que no hubo psicólogo ni siquiatra ni pastilla que pudieran ayudarlos.

    Descubrir que es posible enfrentar la muerte de un hijo con la frente en alto, despertando la esperanza, pues detrás de su tragedia hay mucho por aprender.

    Aprender a enfrentar el dolor, que a cada uno le toca vivir, otorgando al sufrimiento un sentido y en ese proceso, dar un nuevo significado a la vida.

    Que la vida nos ha enfrentado a una situación que no vamos a resolver quedándonos en el pasado, en un pasado que no podemos modificar.

     Que tenemos la capacidad de oponernos a las emociones y sentimientos que nos condicionan.

     Que por el amor a nuestros hijos, el que se fue y los que nos quedan, en vez de sumirnos en un profundo dolor,  podemos aprender de esta realidad que nos toca vivir y darnos cuenta, quizás por vez primera, que al enfrentarnos a situaciones límites, nos enfrentamos a nuestro propio destino, que está en nuestro futuro y no tiene sentido continuar rumiando sobre ese pasado, que la salida existe y yace delante nuestro, en lo que aún queda por realizar de nuestro futuro, porque que una cosa es lo que nos ha pasado y otra-cosa muy distinta, es lo que, cada uno,, puede hacer con aquello que le ha sucedido.

     Que los por qué no tienen respuesta.

     Que no estamos en el mundo con más derechos que antes, sino con más responsabilidad, frente a los otros hijos que están de este lado de la vida y nos reclaman; frente a nuestra pareja, frente a la comunidad que está mirando qué mensaje estamos dando: ¿que la muerte todo lo puede?  ¿que la muerte nos destruye? ¿que nuestros hijos están siendo nuestros verdugos?

     Aprender una nueva manera de comunicación que parta desde lo mejor de cada uno, hacia lo mejor del otro y, en ese proceso, ver al otro como aquel para quién yo soy el otro, en una relación de tú a tú.

     Captar que el sufrimiento es un fenómeno específicamente humano, despersonalizarlo y no centrarlo en el propio sufrimiento.

Aprender una lección en la que nuestros hijos sean nuestros maestros y no  aquellos verdugos, que hubieran arruinado nuestra vida.

Entonces, el objetivo no será no sufrir, sino no sufrir en vano.             darnos cuenta que nuestra vida ha sufrido una conmoción existencial tal, que nos ha cambiado para siempre, que ya no seremos las mismas personas, que tenemos que optar, ya que somos libres para hacerlo y siempre responsables de la opción que adoptemos y en ese camino  cambiar los “por qué” por  “para qué”.

      Cuando las circunstancias no pueden ser cambiadas,  el sufrimiento le da un sentido nuevo a nuestras vidas, frente a nosotros mismos, frente  a nuestros hijos, frente a la comunidad, frente a la vida, frente a la muerte, frente a Dios o como cada uno lo sienta.

 Y a partir de ahí, vivir nuestra vida tratando de aceptarla  tal como es,  vivirla con coraje, no escapándose de ella, no ocultándose de ella, enfrentándola  con valentía y comprobar las palabras de Víctor Frankl cuando afirma que Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo la última de las libertades humanas: la elección de la actitud personal a asumir, para decidir su propio camino, ante cualquier circunstancia que se le presente en la vida

Deja un comentario